“A VECES SE GANA Y OTRAS SE APRENDE”

Hoy hablamos con el boss de Rcr19, Raúl Cruz Ruiz, en una entrevista sobre las dudas más habituales de estos días de julio. Son fechas en que miramos el calendario y por regla general surgen dudas angustias o frustraciones. Hablamos hoy de si es necesario replanificar la temporada o no, de cómo aprender de lo que consideramos fracasos y muchos otros ítems que seguro que en estas semanas de julio van a ser claves para ti ciclista:

RCR19.- ¿Cómo debemos analizar la temporada?

Si estamos en el mes de julio y nos hemos planteado ciertos objetivos para la primera parte de la temporada, lo que sería desde febrero-marzo hasta  finales de junio- mediados de julio y vemos que lo hemos conseguido todo, incluso más, pues perfecto, ideal, magnífico. Repetimos lo que estamos haciendo y seguro que todo está bien. Pero si vemos que no hemos podido hacerlo, tenemos que plantearnos antes que nada el por qué no hemos podido.

Tenemos que revisar con tranquilidad como ha sido el camino que hemos hecho en este tiempo de entreno y en todo caso que ha podido afectar a que no hayan pasado las cosas como las teníamos previstas.

Quizás haya habido imprevistos en forma de enfermedad, o que haya habido imprevistos en forma de problemas familiares que no podíamos prever de modo alguno… A veces surgen épocas de falta de ganas simplemente, tan sencillo como eso, episodios de pérdida de motivación. Los fenómenos meteorológicos extremos son algo imposible de planificar que  impiden desarrollar las actividades que estaban previstas de forma normal. EN el ciclismo amateur además nunca podemos obviar algún pico de trabajo que haya impedido estar descansad@ o  tener tiempo para poder salir a entrenar.

Es revisando todo esto, más tus ítems personales, que si vemos que tenías prevista una marcha en cierto tiempo o una carrera en  cierta posición o un recorrido determinado que no has podido lograr,  tenemos que ver cuáles han sido los factores que te lo han impedido hacer.

Si en ese análisis  por el contrario vemos que todo ha ido rodado y que aun haciendo todos los entrenos que tocaban y demás no has conseguido los objetivos, es entonces cuando lo que hay que cambiar es la distribución de los entrenos, revisar cuándo ha empezado la pretemporada y la temporada, qué cargas de entreno has estado llevando y qué tipo de entrenos se han hecho.

RCR19.- ¿Qué hacemos si no notamos avances?

Llegados al mes de julio hay tiempo de rectificar todavía.

S i lo hemos hecho “mal” (o sea nos han  fallado los ítems que hablábamos antes) debemos recordarnos que todavía nos queda la mitad de julio, agosto, septiembre e incluso algunas carreras importantes que pueden haber en octubre.

Si vemos que no estamos avanzando ahora no siquiera sin que nos fallen esos ítems y por mucho que estemos entrenando, a lo mejor lo primero que hay que hacer es un descanso. Aquí entra el concepto “fatiga acumulada”. Cabe destacar que lo mejor es hablarlo y decidirlo con alguien que sepa, un/a profesional.  Alguien que nos pueda indicar cuantos días tengo que descansar, qué tipo de descansos, si físicos o psicológicos, etc.  

Hay que plantearlo con alguien que realmente sea experto en la materia para poder plantear el alcanzar los objetivos que aun tienes por delante sin más perjuicios y en función del tiempo que tienes de entrenamiento.  Ojo, esta vez EL TIEMPO REAL, según te ha enseñado la realidad. Un gran maestra que nos acaba dando de frente con qué podemos hacer de verdad y qué objetivos son realistas.

RCR19.- ¿Cómo replantear los objetivos?

Pues siguiendo el hilo de las preguntas anteriores, llegados a este punto, con un análisis minucioso y realista de nuestra situación e histórico de la temporada debemos volver a revisar que objetivos nos ponemos por delante y cómo los vamos a enfrentar.

Si has ido a una carrera y no has podido hacer un cierto objetivo, incluso haciéndolo todo bien y sin ningún hándicap, quizás nos toca, mal que nos pese, plantearnos que es muy posible que no tengamos que ir a determinadas carreras. En primer lugar porque sumar frustraciones a lo que nos va a llevar es al abandono. En segundo porque no todas son parte de nuestro calendario ni forman parte de nuestra preparación específica.

Es decir, lo que tenemos que hacer para replanificar es ver si lo que no han funcionado han sido los entrenos  o si simplemente el problema han sido los imprevistos ya mencionados, familiares, laborales, etc. o incluso esas carreras de “es que van todos”, es que “como mola”, es que “aunque sea la semana que viene me hace ilusión”.

Vamos primero por los imprevistos que no podemos controlar. Si ese tipo de situaciones ya se han resuelto es cuando podemos plantearnos cómo dar un punto extra con toda la carga que no hemos hecho durante la primera parte de la temporada, ya que por la parte buena, a causa de dichos imprevistos, llegamos algo más frescos. A lo mejor ni siquiera hace falta hacer descanso, simplemente hace falta ahora poner ese puntito extra que no hemos podido poner antes.

En cualquiera de los tres casos, si has cumplido con los entrenamientos y exigencias al 100%, si ha habido imprevistos o si te has ido poniendo palos en las ruedas con determinadas marchas, carreras o recorridos, y sigue avanzando la temporada, se acerca el fina y no has conseguido hacer ninguno de los objetivos que te habías planificado, lo más inteligente, aunque no lo parezca, es poner punto final a la temporada. Un punto final inamovible, en una fecha concreta, por ejemplo el 20 de septiembre. Diseñar Ese punto final sirve para tener previsto y preparar mentalmente un reset total que nos situe en un verdadero nuevo punto de partida con de nuevo todas las posibilidades abiertas y por delante.

RCR19.- ¿Qué factores hay que analizar y cómo aplicarlos a la temporada siguiente?

En el momento que hemos cerrado mentalmente temporada y podemos jugar con el descanso mental y que supone la pretemporada y la diversificación que también nos deja disfrutar, podemos ya empezar a diseñar un nuevo camino. Esta vez pensando y teniendo en cuenta todo lo aprendido en el año anterior.

Una temporada jamás es tiempo perdido ni un fracaso. Una temporada enseña siempre y nos trae un increíble bagaje con el que trabajar y poder manejarnos en el futuro en todas aquellas situaciones que quizás antes no habíamos tenido en cuenta. Es esa riqueza la que debemos poner encima de la mesa al planifciar el futuro. Nunca pensar en lo que no ha salido. Pensar en lo que hemos aprendido.

Es sólo ahí donde el nuevo plan va a funcionar mucho mejor y no partirá de cero absoluto si no que, siendo un nuevo principio, vendrá cargado de nuevas herramientas.

Tras hacer ese ejercicio mental toca replantear y volver a pensar en qué objetivos voy a proponerme, qué realidad REAL, no es redundante y lo sabemos, tenemos y entonces empezar a dibujar el camino para lograrlo. O bien con ayuda profesional si hace falta o simplemente sentad@ en una mesa y no tomando decisiones en sangre caliente u obviando de nuevo aquello que nos frustra porque es precisamente lo que nos va a dar un plus extra ante cualquier problema futuro.

Cabe incidir de nuevo que muchos de los fracasos provienen por apuntarte a eventos, marchas, carreras, entrenos fuera de la época en que serían beneficiosos. Muchos, pero muchos de los fallos vienen por ahí. ¿Por qué? Porque cuando te apuntas a una cosa de estas tu cerebro cree que te apuntas para hacerlo bien, por mucho que quieras engañarte con voy a jugar, o es sólo para tener experiencia, o es que mi amigo perico el de los palotes. Claro, si no estás preparado, por mucha ilusión que tengas, no va a salir bien.

De nuevo volvemos a la sangre fría y a la planificación realista como opción más inteligente. Esto es, planificarse un calendario y una estructura de la temporada que permita tener unos trazos mínimos a groso modo para poder cumplir con cada fase y luego, ya adaptándonos a las variantes, adaptándonos a los imprevistos, a la meteorólogia y a todo lo demás, teniendo siempre en cuenta un plan b y un plan c para cuando surjan estos imprevistos, ir andando el camino disfrutando pero con racionalidad.

Que sí, que pueden volver a surgir imprevistos que son inamovibles, y tocará hacer un trabajo asumir la realidad tal y como viene. Con todo lo aprendido y manteniendo el control sobre tu mente es entonces cuando podrás en cualquier momento replanificar tu futuro y con ello trabajar con una nueva planificación de la temporada.

Eso sí, a la hora de planificar siempre hay que tener en mente dibujar una temporada contando con cómo sería de forma ideal. Planificarla de forma ideal no es desde la fantasía es siendo realista con nuestras circunstancias, autocrític@ con quién somos, cómo nos manejamos y dónde podemos mejorar cada cual, revisando qué es lo que ha fallado antes y no dejándose llevar por los impulsos, que es el tema que más puede romper un entreno.

Al final, la clave para planificar una temporada, replanificarla a la mitad o analizar qué y cómo manejar el hoy y el mañana no es otra que trabajar siempre con la realidad. Eso no desmotiva o lo hace menos divertido. Al revés. Nada desmotiva y  frustra más que no lograr un objetivo y nada motiva más y nos da alas que lograr cada una de las metas que nos hayamos propuesto. Eso jamás debemos olvidarlo.