PREMIO SORORIDAD SUMMER OBAC 2021
24.10.2021 13:08
-Vamos Vane
-Joer qué bien Patri
-Esa Laura
- Brutal Elsa
Pocas cosas suenan mejor que un grupo de mujeres fuertes y seguras jugando a juegos deportivos un domingo a las 10 de la mañana en el parque de la ciudad para divertirse entre amigas.
Viéndolas me choca mucho las emociones que siento y los pensamientos que me vienen.
Recuerdo ser pequeña y sentada en el patio con las otras niñas ver jugar con una pelota pequeñita a los compañeros. Me parecía lo normal.
Hoy me da pena pensar que no me planteé siquiera, a partir de los 10-11 años, ser yo quien jugase. Es curioso, casi hasta los 35 años no descubrí el porqué. Tuve que leer mucho y a muchas, muchas mujeres para entender qué me estaba pasando.
Supongo que hubiese estado bien entender que teníamos derecho a "una habitación propia", un espacio propio en el deporte, los juegos, el ocio, el trabajo... Un espacio reservado para cada persona y no para según qué tipo de personas.
Hoy las veo a ellas jugar con una pelota en el césped y siento que las niñas que hoy pasean por el parque las están viendo, tendrán un recuerdo que yo no tuve, el de que ese espacio, la pelota, los juegos, la actividad física... También es suyo.
Y mientras pienso esto oigo risas, empatía, competencia sana, esfuerzo y garra subiendo y bajando escaleras.
Y se siguen acumulando pensamientos y emociones y me pregunto hasta qué punto somos conscientes cuando las mujeres de cualquier edad, madres o no, de trabajos diferentes, inquietudes distintas... Hacemos cualquier cosa, lo que sea, la absolutamente brutal huella que dejamos en el mundo.
Y es que cada mujer, como cada persona, creamos entre tod@s y sin excepción el mundo que nos rodea. Somos responsable de cómo nos pensamos y pensamos el mundo porque vamos a expresarnos tanto con las palabras como con los hechos a partir de ese pensamiento.
Y cuando actuamos estamos enseñando al resto del mundo con ese acto una forma de funcionar, y legitimamos ese pensamiento esa acción en el momento que la hemos elegido libremente. Y es por ello que nos contagiamos un@s a otr@s ideas y creencias y es en esa cadena de ideas donde entre tod@s construimos o no nuevos caminos o construimos o no nuevas barreras.
Sí, es ahí, en cómo nos pensamos, ergo, en cómo actuamos, que valoramos la valentía de soñar y luchar o priorizamos rendirse y conformarse.
Todo este bateburrillo de ideas se me apelotonan en la cabeza porque realmente es lo que subyace a las imágenes adjuntas. Un referente, un ejemplo, una estela que seguir para poder navegar en un mar a veces demasiado homogéneo.
Unas mujeres que decidieron un día que subirían juntas un puerto de montaña y con una sonrisa llenarían las redes sociales con eso, con mujeres deportistas, fuertes, seguras y felices que de pronto ese día pusieron en el mundo otra forma de ser, de vivir y vivirse, una más, no excluyente, complementaria, que suma y amplía nuestra vida ensanchándola hasta el infinito.
Cómo hoy. Como cada día. Un orgullo tenerlas en el mundo Pink y la huella que en él dejan.
Por todas, sobre todo por las peques que nos miran: GRACIASSSSSS