DESCANSO, REUBICACIÓN, FALSO ESTADO DE FORMA

16.08.2018 13:23

DESCANSO, REUBICACIÓN, FALSO ESTADO DE FORMA

En verano todos y todas solemos disfrutar de unos días vacacionales. Ante esta situación el deportista amateur se encuentra muchas veces en la disyuntiva de si seguir o no un plan de entreno intenso o tomarse un descanso breve.

En una mundo donde el mercado es lo más importante, la ley de oferta y demanda (cada vez más deportistas en todas las disciplinas y de toda tipología) nos presenta un calendario prácticamente sin parones con lo que hoy somos nosotres quienes decidimos fechas en que se enmarcará nuestra TEMPORADA deportiva.  

Eso ha supuesto una personalización imprescindible de nuestra planificación deportiva para ajustarnos a los diferentes ciclos o fases de la temporada que nos hayamos diseñado. De hecho se torna ese punto, la GESTIÓN Y PLANIFICACIÓN DE OBJETIVOS, el más importante ya que es ahí donde debemos contemplar e incluír de forma correcta las distintas fases (de descanso, transición, pretemporada). Un correcto plan de entrenamiento contemplará pues, por supuesto, todo lo necesario incluido el posible (y/o necesario) parón estival según nuestro calendario personal y nuestras necesidades.

Por ello, este tipo de parones no suponen lastre ya que la gestión del resto del tiempo dedicado al deporte habrá sido eficiente y se habrá llevado con inteligencia y templanza por lo que a la vuelta de vacaciones la recuperación y retorno al punto óptimo será sencillo y rápido.

Antes al contrario, en los ciclistas amateurs por ejemplo, dejar la bicicleta durante diez días (por poner un caso típico) no sólo no afecta negativamente si no que puede ser muy beneficioso para recuperarse de la fatiga, que a estas alturas de la temporada lastra, no tanto la física, que también, como la psicológica ya que ésta supone una complicación para mantener no sólo el rendimiento si no también la motivación.

Además, realizar un break donde poder parar a pensar y programar un final de temporada correctamente así como lo que queda de año (incluídas las posibles citas pendientes véase Catalunya Bike Race, Tondo, Selénika o el inicio de la temporada CX...) nos ayudará a acabar la temporada con buen sabor de boca y lo más fuertes posible y comenzar a acotar con fechas claras el periodo de transición y pretemporada. De nuevo esta correcta planificación será clave por ejemplo para rediseñar la temporada futura, mantener el trabajo físico con las cargas y tempos corretos, no perder nada de lo que hayamos asimilado en la temporada en curso, interiorizar los aprendizajes con continuidad… tener unos parámetros meridianamente claros marca una gran diferencia en nuestro potencial rendimiento, sobretodo en estas fechas.

A veces la temporada no ha salido como teníamos pensado. Llegados a  la cita que tanto habíamos esperado un fallo mecánico, un virus, una menstruación dolorosa, un estado de ansiedad descontrolado, o el más habitual de todos: EL NO HABERNOS ABSTRAIDO DEL ENTORNO (dejarse de comparaciones, stravas y demás para basarse en el trabajo, números y parámetros propios) no nos ha permitido disfrutar de esa prueba deportiva que tanto esperábamos de la forma que hubiésemos querido.

El no utilizar la templanza y la sangre fría nos lleva a perder el control sobre las emociones y eso en lugar de ayudar puede hacer que lleguemos a este momento de la temporada con una merma en el estado de forma, en el rendimiento, ya que el plano físico sin el mental no puede funcionar.

Y en este momento aun nos quedan objetivos por delante pero ya no los vivimos con plenitud e ilusión si no por ejemplo desde el miedo  (que vuelve a "ser" esa ansiedad o estrés) y eso no nos permite una recuperación del rendimiento perdido en lo que para nosotres fue el último  “chasco”. El primer punto a trabajar es volver a un estado de confianza (en uno mismo y en su entrenador y plan de entreno), desvincularnos de factores externos a nosotres, descansar cabeza (y cuerpo en la medida que tu entrenador te indique) y comprender que cada día es un nuevo comienzo.  Así, en estos casos también, un breve descanso para respirar y coger perspectiva es imprescindible.


En casos EXCEPCIONALÍSIMOS, ante una meta futura de suma importancia, podemos recurrir bajo supervisión AL FALSO ESTADO DE FORMA.

Este tipo de práctica no es recomendable y menos como hábito pero puede servir en caso de que tengas un objetivo muy concreto en un periodo de tiempo muy corto.

Es importante entender que al no tener una base adecuada no se asimila la preparación por lo que posteriormente al objetivo no sólo no hay una ganancia si no un retroceso.

Además puede conllevar otros riesgos sobretodo si este tipo de “comodines” que sólo pueden usarse en casos excepcionalísimos y con ayuda de un profesional se convierten en herramienta habitual (lesiones, desequilibrios orgánicos…).

Es importante entender que El falso estado de forma SUPONE UNA CARGA FÍSICA Y PSICOLÓGICA MUY GRANDE y el retroceso consiguiente nos dejará una sensación de “Estar fundides” física y mentalmente.

Sólo teniendo esto en cuenta y comprendiendo que esas sensaciones posteriores serán normales podremos continuar después adecuadamente con nuestro deporte  de forma positiva sin alargar esa fase más de lo necesario y volver lo antes posible al correcto entrenamiento inteligente y con cargas y tempos correctos y SANOS.

Conclusión, los descansos, la gestión del tiempo y la consecución de metas va a depender de nuestra capacidad para mantener la cabeza fría y mantaner la confianza en une misme y en su plan de trabajo y su entrenador. Conseguir trabajar de forma inteligente hará posible lo imposible dejando en ti después no una merma física si no una gananza mantenida en el tiempo. (Lee más sobre la confianza y la importancia de un método inteligente aquí).

 

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