EL DIAGRAMA CLAVE DEL RENDIMIENTO

27.04.2022 19:54

Diagrama clave para el rendimiento

(Os lo hemos hecho en forma de margarita porque… ¿sabíais que la margarita simboliza “Esperanza en un nuevo comienzo”? Y de ahí surgen los sueños y se construyen con ellos las metas)

 
 
 

¿Cómo funciona el diagrama?

En los pétalos tenemos las claves básicas para llegar a un rendimiento total, al rendimiento máximo posible para cada individuo.
ENTRENAMIENTO – DESCANSO – NUTRICIÓN – EQUILIBRIO EMOCIONAL – TRABAJO COMPENSATORIO Y COMPLEMENTARIO – ESTIRAMIENTOS
Entremezclándose de un modo que es clave también para conseguir dicho rendimiento consiguiendo el perfecto equilibrio entre el bienestar (esto es rendimiento, sin el primero no existe el segundo) emocional y físico.
 
Cuando llevamos un correcto plan de entrenamiento y antes de irnos a dormir realizamos nuestra sesión de estiramientos surge ese momento imprescindible en que la mente puede disfrutar de la distensión para tomar perspectiva de nuestros pensamientos sobre el trabajo físico realizado ya que en lugar de estar centrados y obsesionados en ellos, en las tóxicas comparaciones o en los miedos del que vendrán, y aunque sabemos que no podemos dejar de pensar porque es la raison d’être de la mente, estamos dividiendo nuestro esfuerzo y capacidad entre esos pensamientos que quizás nos obsesionan en algunos momentos y en el estar ejercitándonos y SINTIENDO físicamente otros estímulos que nos permiten mantener la distancia suficiente para no pensar de esa forma obsesiva si no con la perspectiva de estar centrando nuestro esfuerzo en otra cosa. Esto nos produce un tremendo incremento de nuestro bienestar/rendimiento emocional.
 
Conseguir mantener una correcta rutina de estiramientos permite tener una musculatura lo suficientemente laxa y destensada, lo bastante flexible y adaptable como para que cualquier rutina de compensación o complementaria nos resulte exponencialmente más efectiva con lo que aumenta muchísimo el potencial de nuestro cuerpo físico para desarrollar nuestro rendimiento.
 
A la vez, el tiempo dedicado a esas rutinas compensatorias nos dan un plus de espacio en nuestra mente en que desconectar de la presión propia del entrenamiento exclusivamente pautado y diversificar nuestra capacidad de sentir el bienestar propio del ejercicio sabiendo que esos ejercicios nos van a suponer una ventaja añadida a nuestras capacidades físicas, no sólo las que tienen que ver con nuestro deporte, también en nuestro día a día, en nuestro trabajo, mejorando mucho nuestra higiene postural en todas las situaciones, también en la adaptación, por ejemplo, de la persona ciclista a su bicicleta. Esa diversificación enseña a nuestro cerebro la posibilidad de encontrar siempre otra manera de hallar el camino hacia la consecución de objetivos y aprehender eso nos lleva de forma inconsciente a un bienestar emocional extrapolable a cualquier otra situación. 
 
Conseguir ese equilibrio, ese diversificar opciones y obtener de pronto un mayor número de posibles situaciones futuras, desde tener más formas de disfrutar, a más formas de realizarnos, también nos añade equilibrio emocional y este ítem es imprescindible para poder desarrollarnos como personas y deportistas. Es en el equilibrio, esto es, en la capacidad de moverse ante la incertidumbre y un mundo con circunstancias siempre cambiantes y una vida con tiempos y momentos impredecibles aquello que nos va a permitir mantener la mente lo suficientemente calmada para que, ante cualquier precipicio, tener la capacidad de frenar, racionalizar, dar un paso atrás y buscar el siguiente puente. AL fin y al cabo, siempre hay puentes, pero si nos sentamos en el precipicio a autoflagelarnos con su profundidad… ¿hacia dónde avanzamos? Esta idea en la vida como en el deporte es clave porque nada nunca es absolutamente inmóvil. Decía Heráclito que “Todo fluye, nada permanece” es más, “la segunda vez que me baño en el mismo río ni el río es el mismo ni yo tampoco”.  El equilibrio emocional es la base para avanzar hacia las metas. Al mismo nivel que el entrenamiento de otras capacidades tales como la planificación deportiva.
 
Mantener nuestra mente en esa capacidad de observar, racionalizar y sobreponerse la hará una mente libre de adicciones. Hoy por hoy, eso es casi imposible si no se entrena, somos adictos a los estímulos, al aquí, al ahora… incluso hemos dejado de nutrirnos para comer en busca del constante estímulo, chute que creemos que nos supone un beneficio de algún tipo. Sin embargo, una nutrición libre de adicciones y capaz de ser organizada y ordenada gracias a una mente en paz nos permite un aumento exponencial de nuestro rendimiento físico al menguar de forma mayúscula los esfuerzos innecesarios de nuestro aparato endocrino y permitirnos preparar físicamente nuestro organismo para la mejor gestión posible de nuestra gasolina en cada momento y en función del resultado que queremos obtener. Y es que nutrirnos es muy muy importante, sobre todo, si tengo un camino que andar y una meta que cruzar. Como un avituallamiento en una prueba. El avituallamiento para la prueba total: la vida que quiero tener. 
 
Es verdad que debe también haber momentos de descanso, de distensión, incluso en la alimentación. Si no somos adictos podremos conseguir seguro discernir cuando y de qué modo disfrutar de aquello que nos da una satisfacción emocional. Teniendo por ejemplo presente para ello las horas dedicadas a descansar o a dormir. Si logramos regular nuestro aparato digestivo de manera que nuestro descanso sea realmente eficiente lograremos con ello una eficaz forma de reiniciarnos tras el esfuerzo diario permitiéndosenos encontrarnos las máximas veces posible en el estado óptimo para lograr cualquier objetivo que nos hayamos propuesto. 
 
Y es que el descanso es clave porque nos permite un magnífico equilibrio emocional si conseguimos equilibrarlo con nuestra nutrición y es el único camino para lograr el máximo rendimiento físico tras un esfuerzo. El entrenamiento al fin y al cabo no termina cuando me ducho, ahí aun nuestro cuerpo está gestionando el esfuerzo, aún sigue trabajando. Y después cuando como, y luego cuando voy a trabajar y, sobre todo, cuando descanso y/o duermo. EL sueño sano y reparador es el único camino seguro a la asimilación y sólo cundo conseguimos asimilar de forma correcta el esfuerzo podemos asegurarnos que el entrenamiento ha valido la pena y además de une esfuerzo puntual con un resultado emocional instantáneo se ha convertido también en los cimientos del nuevo escalón en que nos situaremos para partir al siguiente reto desde un paso más arriba, siempre ascendiendo, no restando si no sumando siempre. Siendo mejores hoy sí, pero mejores de forma constante, de base. Mejores para seguir mejorando. 
 

Contacto

CD RCR19 C/ OLOT, 47
TERRASSA
08227
626.40.15.03 rcr19raul@gmail.com