31 de diciembre de 2020 - 1 de enero de 2021
Ayer os dijimos que esperaríamos a hoy. Pues aquí estamos.
El año que acabó ayer ha sido muy muy difícil para muchísimas personas.
Hoy comienza otro. Sin embargo, olvidar el 2020 y dejar en el pasado más remoto lo que nos ha enseñado no es el camino que puede construir un mundo diferente.
Hoy nos levantaremos y sólo habrán pasado unas horas. Simplemente habrá pasado una hoja de un calendario que alguien se inventó algún día.
Sin embargo, esa sensación de comienzo no debería reducirse a este tipo de días.
Así pues, reivindicamos, en primer lugar, lo que nos enseñó el año pasado para que nadie olvide nunca que no hay trabajos de segunda, que las prioridades las elegimos, que lo más importante de nuestra vida no puede comprarse, que no existe el individuo sin la tribu y que no hay tribu sin cooperación, respeto y RECONOCIMIENTO.
Que cada ser humano es igual a otro y que nadie tiene, por el hecho de nacer, una cartilla con más o menos derechos. Que es responsabilidad de tod@s hacer un mundo justo y equitativo.
No olvidemos jamás que atrapados en los límites del lenguaje solemos confundir conceptos como justicia y legalidad. La primera está dentro, no hay excusa. La segunda nos la damos entre tod@s, tampoco la hay.
No pasemos por alto que este año nos ha venido a recordar que NADIE sale adelante sin el apoyo de l@s demás pero que esa solidaridad que podemos meter en la cesta de la compra no es solidaridad real ya que en realidad la idea de SOLIDARIDAD es mirar a la persona de delante y verme a mí mism@, con miedos, sueños, defectos y virtudes.
En la suma de todo lo que somos JUNT@S aparece el camino de un futuro mejor.
Un futuro para esos niños y niñas que nos han dado una lección de pragmatismo, tolerancia, respeto y responsabilidad.
Que nos han mostrado con hechos, con gestos y con su ejemplo diario que la LIBERTAD nada tiene que ver con tener o hacer si no que la LIBERTAD sólo depende del SER. Y que del mismo modo que quiero ser libre debo luchar por que cada ser humano lo sea, sin sucumbir a poderes extraños que nada tienen que ver con la propia humanidad.
El 2020 ha sido un año duro pero precisamente por ello ha venido cargado de muchos, MUCHOS, aprendizajes. No nos permitamos olvidarlo.
La sensación de novedad que hoy nos embarga nos permite enfrentar el mañana con esperanza. Sin embargo, no debiera depender de la fecha. Cada día es una oportunidad para hacer las cosas de un modo diferente. Cada instante es un momento que no hemos vivido nunca, vacío y por ello con infinitas posibilidades. No olvides que es tu mente la que recuerda y trabaja para crear un escenario que en realidad sólo existe en tu mochila de experiencias pasadas. El segundo siguiente a este es un día 1 de enero. Hay tantos como instantes.
Da igual si te has equivocado antes, si las cosas no salieron, si tu ego piensa que te han ofendido o si tu miedo a no ser “válido” según el estándar social te asusta con la idea de dejarte fuera del mundo. Todo eso, está en el pasado. Ahora. Siempre ahora. El ahora es infinito y el futuro está en blanco SIEMPRE y sin excepción.
Da igual si hablamos de meses o de esa discusión que estoy teniendo. Yo elijo qué transmito. Yo elijo como acaba, al menos, en mi interior.
Bien, pues no vamos a desear que le des una patada al 2020 si no que puedas guardarlo en tu biblioteca y siempre lo tengas presente para recordar aquella vez que se cayó la escenografía y vimos lo que había detrás. Para que recuerdes que la VIDA es lo único que tenemos y el respeto a ella empieza por respetar también la de todos los demás seres, la vida de cada ser que siente, la vida de la madre tierra y del cielo y del mar y de los bosques. Porque la vida es una y tod@s formamos parte de ella.
Y tampoco os vamos a desear pues un feliz 2021 porque tú vas a hacer con tus actos que lo sea o no en gran medida. Tu vas a ser el único responsable de cada decisión y palabra que dejes en el mundo. Recuerda que lo personal es político y que somos como ese diente de león que soplamos pidiendo un deseo y cuyas semillas acaban dónde no sabemos para poder o no volver a renacer. Cada palabra y actos que hacemos es ese pétalo. No sabes dónde llegará ni hasta qué punto se reproducirá. Procura pues que sea una buena semilla.
NO es difícil, sólo piensa siempre desde el amor y el mundo entero cambiará.
Nadie está sol@ porque tod@s somos un@.
Nada es imposible porque el futuro no existe.
Ninguna cicatriz, por duro que te marque, cambia lo más importante de ti, lo que no se ve.
Elige, responsabilízate, fluye, aprende, aplica y vive.
Ahora, mañana y siempre.